Mi emopuberta interna fue feliz con Silverstein+TDWP

Me dolió la nuca de headbangear, ya no estoy en la edad.

TDWP

En mi pubertad fui emo como muchxs y de las bandas que marcaron esta etapa fueron The Devil Wears Prada y Silverstein. Allá en mi querido rancho (Juárez, Chih) pues casi no había conciertos (menos de actos internacionales), así que ya viviendo en CDMX cada que anuncian una banda como esta, mi puberta del pasado se emociona demasiado porque por fin la emo de 15 años sería feliz.

silverstein tdwp

Llegando a Frontón a eso de las casi 8 se me hizo muy cool ver a mucha gente que de volada sabias de «ahuevo, ellos fueron emos» (o jarcor, porque luego se enojan unos). Me compré una chelita para calmar los nervios porque además me tocaba tomar fotos; eso me ponía el doble de feliz y el doble de nerviosa, mi primera vez viendo a TDWP y era tomandole fotos, goals.

El setlist de The Devil Wears Prada fue cortito pero bonito, y poder gritar Hey John, What’s Your Name Again para mi fue la mejor emoción del mes. Honestamente jamás pude cantar bien las rolas de TDWP porque esos guturales nunca los pude copiar, así que yo toda la vida gritaba a lo menso, pero el resto de las rolas las disfrute como no tuve idea, realmente nunca las pensé escuchar en un lugar que no fuera mis audífonos.

Ver a todos headbangear (o bueno intentar hacerlo porque la mayoria eramos casi treintones y no podemos movernos tan salvaje) me enchinaba la piel por la energía que se sentía.

silverstein

Ya para las casi 10 llego el momento de Silverstein, aunque era el acto principal debo admitir que yo quería más tiempo para TDWP.

Y no es que no me gustara tanto Silverstein pero acá entre nos: casi no me sabía sus rolas nuevas. Y aunque las escuché antes del concierto y tienen esta misma vibra dosmilera jarcor, pues no me las aprendí (a excepción de Ultraviolet que es del último disco, me encanta y fue la primerita que cantaron). Eso si, la sensación de escuchar clásicos como Giving Up, Ides of March y por supuesto Smile In Your Sleep fue otro pedo brutal, gritar a todo pulmón «You saaaaaaaay you’re weaaaaaak» para mi fue un check en mi lista de cosas que no pense hacer.

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Mas de una hora de metalcore y post-hardcore por parte de Silverstein no parecía suficiente, entre que sentí que duro mucho pero que al mismo tiempo se acabó en chinga, me dejaron con un vacío.

Quería que esa sensación durara más tiempo, quería sentir la despreocupación de mi yo puberta por más rato, no quería volver al presente donde esa emochiquita ahora es una emoadulto que le duelen las rodillas.

Gracias Silverstein y The Devil Wears Prada por recordar momentos bonitos en mi vida y amá, te dije que no era una etapa.